Las técnicas de relajación en psicoterapia
En el siguiente artículo hablaremos de los objetivos y los beneficios de las técnicas de relajación y aprenderemos un sencillo ejercicio para ponerlas en práctica.
Las técnicas de relajación tienen 3 objetivos según el autor Titlebaum:
- Son un tratamiento para aliviar el estrés
- Nos permiten proteger nuestro cuerpo de un desgaste innecesario y excesivo
- Es una técnica que nos permite hacer frente a las dificultades. Las técnicas de relajación nos permiten calmar la mente y, de esta forma, conseguimos que nuestro pensamiento sea más claro y eficaz.
Cuando en psicoterapia utilizamos técnicas de relajación nuestro objetivo va relacionado con el tercer de los casos, es decir, trabajamos en la regulación emocional.
¿Qué beneficios tiene aplicar técnicas de relajación?
Los efectos de la relajación sobre el organismo son:
- Se reduce la frecuencia del pulso cardíaco.
- Se reduce la presión de la sangre.
- Disminuye el grado de transpiración.
- La vasodilatación arterial va en aumento, así como la oxigenación de las células y de la circulación periférica (piel y extremidades).
- La respiración se hace más profunda y lenta.
- Disminuye la tensión muscular.
- Incrementan los ritmos alfa y theta cerebrales y nos encontramos más serenos.
- Mejora nuestra salud en general: disminuye el metabolismo basal, disminuye el colesterol y los ácidos grasos en sangre, mejora el sistema inmunitario…
- Se reduce la tensión fisiológica que es incompatible con la ansiedad.
¿Cómo puedo relajarme en mi día a día?
A continuación, te propongo un sencillo ejercicio que puedes poner en práctica en cualquier momento del día. Te ayudará a reducir tu ansiedad y aprenderás a regular tu malestar.
- Colócate en una posición cómoda, ya sea tumbado o sentado, e intenta destensar cada músculo de tu cuerpo. Dedica unos minutos a ello, centrando tu atención en tu cuerpo.
- A continuación, cierra tus ojos y focaliza tu atención en la respiración.
- Visualiza el aire que inspiras y envías hasta tus pulmones. Imagínatelo como si se tratara de un aire puro, fresco y limpio.
- Expulsa lentamente el aire que tienes en tus pulmones.
- En la próxima inspiración, visualiza y siente el aire que entra en tu nariz y observa como viaja des de tu cabeza hasta tus pulmones y cómo viaja después por tu cuerpo.
- Cuando expulses el aire, visualiza el aire que sale de tu cuerpo como sucio, oscuro y cómo una nube de humo que simboliza tu estrés, frustraciones y toxinas.
- Con cada nueva respiración, permite limpiar y rejuvenecer tu cuerpo con aire nuevo y fresco y expulsar de nuevo el aire sucio para eliminar el estrés y la tensión.
En un próximo artículo, aprenderemos otro sencillo ejercicio que también podrás poner en práctica en cualquier lugar cuando necesites relajarte.
Anna Vives Navarro
Psicóloga y psicoterapeuta
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir