El síndrome de Peter Pan
Sergio y Cristina se conocieron hace 1 año. Ella se decidió a buscar un piso para empezar una nueva etapa de su vida y él se cruzó en el camino. Cristina no pasaba por un buen momento, hacía un mes que su relación de pareja había terminado. 10 años de relación, un proyecto de vida y muchas ilusiones que en pocas semanas habían desaparecido. Su ex había puesto fin a la relación. Ella se encontraba sin fuerzas y desanimada, pero sentía que quería pasar página. Quería romper con todo lo que le había pasado y empezar de nuevo. Tenía 33 años y un buen puesto de trabajo, así que empezó a buscar piso para irse a vivir ella sola.
Cristina y Sergio se conocieron en la inmobiliaria, él fue quién le enseñó su nuevo piso. Conectaron des del primer momento, se enamoraron y en pocos meses ya eran pareja.
Sergio tenía 35 años, era un apasionado de la vida, le encantaba vivir al máximo cada momento sin importarle mucho lo que iba a suceder mañana. Compartía piso con sus amigos con los que jugaba al fútbol todos los fines de semana. Últimamente se había aficionado al surf y con sus amigos organizaban salidas a menudo. Hasta el momento, había estado con varias chicas pero no le gustaba comprometerse, al cabo de unos meses dejaba la relación.
Cristina y Sergio habían vivido su primer año de relación muy intensamente. Disfrutaban de cada momento, hacían escapadas y Sergio no paraba de sorprender a Cristina con nuevas ideas y aventuras. Cristina había acabado de cumplir los 34 años y tenía ganas de dar un paso más en su relación, así que le propuso a Sergio irse a vivir juntos. A partir de ese momento empezaron los problemas. Sergio no parecía muy ilusionado con la propuesta y evitaba a Cristina todas las veces que sacaba el tema. A ella le gustaba organizar cenas con los amigos de él, pero últimamente le apetecía pasar más tiempo con su pareja y hacer planes solos. Cada vez que le proponía a Sergio un plan de pareja para el fin de semana, él sacaba mil excusas y acababa quedando con sus amigos. Esta situación había provocado muchas discusiones, hasta el punto que él había dejado de hablarle durante unos días. Cristina no entendía qué les estaba pasando porque hasta el momento todo había sido como un sueño.
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
Sergio es un ejemplo de hombre con el síndrome de Peter Pan. Representa a todos aquellos hombres que se resisten a crecer, que no quieren dejar de ser hijos para pasar a ser padres o asumir las responsabilidades de un adulto. Es un síndrome que es más frecuente en hombres y puede darse en cualquier edad. Estos hombres se caracterizan por ser inmaduros en diversos ámbitos de su vida (social, psicológico, sexual). Parece que hayan quedado cristalizados en su adolescencia, viviendo el momento sin preocuparse del futuro. Son jóvenes adultos que tienen miedo al compromiso y a la estabilidad. Normalmente tienen rasgos narcisistas, es decir, están enfocados a la autoexaltación de su ego y esto les dificulta darse cuenta de las necesidades de los demás. Les preocupa mucho ser aceptados por la gente de su entorno, ya que temen ser abandonados y fracasar. Detrás de esa imagen jovial se esconde una persona insegura y que teme la soledad.
¿Qué consecuencias tiene el síndrome de Peter Pan en la pareja?
En la fase de enamoramiento, la pareja disfruta de una de sus mejores etapas ya que él aporta intensidad, aventura, diversión y pasión a la relación. Los problemas aparecen cuando, pasados los primeros meses de enamoramiento, la pareja se consolida.
La dificultad para comprometerse con las propias responsabilidades, puede ser un obstáculo cuando la pareja decide dar pasos en su proyecto común, como por ejemplo irse a vivir juntos, casarse o formar una familia. Además, aparecen las diferencias entre los estilos de vida de uno y del otro. Mientras él necesita quedar con los amigos, salir de fiesta, hacer deportes de aventura.. ella prefiere estar con la pareja, socializarse con otras parejas.
Si ella no se da cuenta de lo que está pasando corre el riesgo de ser cómplice de este síndrome. Él continuará siendo Peter Pan si ella decide asumir todas las responsabilidades dentro de la pareja y le satisface todas las necesidades, tanto materiales cómo emocionales. Él se sentirá seguro y esto dificultará que él empiece a asumir las responsabilidades que le corresponden.
¿Qué podéis hacer como pareja para superar el síndrome de Peter Pan?
Lo primero que ella tiene que hacer es ayudarle a él a reconocer que existe un problema y que asuma que tiene parte de responsabilidad. También es necesario hablar del proyecto de vida y de pareja que tenéis cada uno para valorar si pueden ser compatibles.
Una vez hecho esto podéis empezar a trabajar, por ejemplo, enfocándolo como un trabajo en equipo, en el que cada uno pondrá de su parte y asumirá su responsabilidad para solucionar el problema. Es importante establecer unos límites, para definir qué es lo que tiene que hacer cada miembro de la pareja. Él tiene que empezar a responsabilizarse de nuevas cosas y ella tiene que dejar que él solucione sus problemas. Por otro lado, también será importante llegar a acuerdos para realizar planes o actividades que os satisfagan a los dos, y si no es posible alternarlos.
Por su puesto, este proceso de puesta en común de proyectos personales, negociación y acuerdos, no es fácil ya que para la pareja representa cortar con una dinámica que viene produciéndose des de hace tiempo. En estos casos, es recomendable pedir ayuda a un psicólogo.
Anna Vives Navarro
Psicóloga y psicoterapeuta
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